Praga (Parte 1) Callejuelas en la Ciudad Vieja y en la Nueva también

El año pasado nos centramos en recorrer Alemania. Queríamos comprender su cultura y su historia, las diferencias entre las distas zonas y áreas y también las similitudes. Mencionado esto, siempre nos sentíamos un poco curiosos y también culpables al hablar de viajes porque desconocíamos las «capitales del turismo». Este año, gracias al apoyo de nuestra familia, podemos visitar lugares más alejados y también más «famosos».

Empezamos en Praga, la capital de Republica Checa y una de las ciudades más visitadas de Europa del Este.

No sabíamos nada de checo y tampoco teníamos idea de lo que íbamos a encontrar. Tenemos siempre una lista de lugares a visitar y todo pero me refiero a la parte cultural y urbana. A todos los que conocí que visitaron Praga, y los conocí personalmente, eran personas que habían realizado el famoso EuroTour por las capitales más importante de Europa: Madrid, Londres, Roma, Berlin, Paris y como destino «exótico» elegían la lejana Praga. También noté siempre ese dejo de competencia viajera que abunda entre los turistas. Mencionar como mejor destino turístico aquel que el otro desconoce. Para confirmar todos estos comentarios debemos ir personalmente a esos lugares y esta es la visita virtual que les ofrecemos para que Uds. puedan sacar sus propias conclusiones.

Como mencioné anteriormente me gusta tomar fotografías de las estaciones de trenes y metros pues dicen mucho sobre la cultura y el estilo de vida de la ciudad que visitamos. Las estaciones en Praga son limpias y muy bien iluminadas. Amplias y repito, limpias. Hay guardias lo que da una sensación de seguridad. Las lineas son simples: son solo 3 líneas de metro así que todo esta muy bien señalizado a pesar de no entender el idioma, con un poco de investigación previa, es fácil no perderse.

Nuestro primer gran shock fueron estas escaleras. Tal ves para algunos sea algo normal o ya las hayan visto en otro lugar. Para nosotros fueron algo fantástico! Larguisimas, casi tan largas que no se ve el final y una a lado de otra con mucha velocidad nos llevan directamente a la calle. Pueden fijarse la iluminación y la decoración de la estación. Una de las estaciones está mencionada en listados entre las más lindas del mundo. Pero esa veremos más adelante.

Nuestro primer lugar es la zona vieja, es decir la ciudad vieja que se encuentra a los pies del castillo. Para ir allí, desde donde estábamos, tomamos el tranvía. Los tranvías son pintorescos y se nota que tienen sus años. Todos de los mismos colores, rojo y blanco, se los puede ver por todas las zonas importantes de la ciudad. Eso sí, no esperen encontrar lugar para sentarse ya que son muy angostos y pequeños y uno de los medios más utilizados, así que esta mala combinación nos lleva menudo a ir apretujados todo el viaje.

Praga es una ciudad en cuyas calles se nota el paso del comunismo. Se siente que se levanta y avanza a pasos agigantados pero todavía se pueden ver las marcas y cicatrices. Los edificios son espectaculares y por eso este post, y los siguientes, son más fotos que palabras, pues las calles y sus detalles son los que hacen de esta ciudad una de las más visitadas. En cada esquina en cada edificio se puede ver detalles, en hierro, en mampostería, en pintura en vitrales, todas las formas que se puedan imaginar, pero creo que eso la hace tan especial y diferente. El arte es totalmente no convencional, los detalles pueden ser animales, calaveras y cualquier cosa inesperada.

Sus edificios son espectaculares y los adornos los hacen aun más. Con el paso de las horas y días nos hacemos inmunes a los detalles pero les pido que no caigan en la desatención. Hay que agudizar los sentidos porque nos podemos perder de los detalles que hacen de Praga una joya de ciudad.

Así como me encantan las tapas de hierro en los cascos antiguos, tambien me enamora ver carteles en idiomas que son totalmente desconocidos para mí.

Llegamos al borde del río Moldava, el cual es el que separa también el casco histórico de la ciudad. Nosotros nos encontramos del otro lado. Uno de los edificios que se encuentran en nuestro circuito es el que vemos allí: El Teatro Nacional de Praga. En la zona se encuentran academias relacionadas a la televisión y otras artes.

El edificio es inmenso y se encuentra finamente decorado. Vale la pena visitarlo. Y también menciono que la iluminación nocturna de los edificios en Praga merece una caminata nocturna, a pesar del cansancio les prometo que vale la pena.

Tampoco se debe olvidar que parte de la visita turística a Praga, es participar de alguna obra en alguno de estos teatros, ya sea teatro negro, ópera o algún musical, porque creo que merece la pena participar del arte que forma parte de la vida de Praga.

Como mencioné, el edifcio se encuentra al costado del Río Moldava, por ello se puede ver muchas líneas de tranvías y un incansable trafico ya que llegamos a la zona más transitada de la ciudad. Las calles mantienen su discreto tamaño y no pierden sus características piedras.

Desde aquí, y de casualidad, nos encontramos la famosísima postal de Praga. El río Moldava, al fondo los arcos que corresponden al Puente San Carlos que nos lleva al casco antiguo, y arriba, el Castillo de Praga. Volveremos al final del viaje para tener la vista nocturna que vale la pena, les aseguro.

Esta «postal» es fantástica. Tengo que mencionar que la sensación de ver esta imagen es totalmente surreal. A pesar de haber visitado tantos lugares esta sensación es absolutamente indescriptible. No sé si por ser tan diferente a todo lo visitado previamente, no sé si porque es una de las imágenes más vistas pero menos vistas al mismo tiempo, no sé si es porque aparenta de otro tiempo sin ningún solo factor que nos recuerde que estamos en el siglo XXI. No sé a qué se debe, pero mirar esta imagen en persona, es mágico y creo que es la mejor palabra que puede resumir lo que se siente.

Al atardecer, la luz dorada toca todo con sus dedos dando tinte monárquico y real que nos recuerda todo el oro y opulencia de la época.

Seguimos caminando al costado del Moldava y vamos viendo cada vez más cerca el castillo y más detalles interesantes en la ciudad.

Abajo, los colores del otoño no hacen más que decorar todo lo que vemos. El cerro que se ve al costado es uno de los parques más vistados por los habitantes de Praga en los domingos soleados. Al fondo se puede ver lo que llaman «Petrínská rozhledna» y más comúnmente como Torre Eiffel de Praga. Esto se debe a su similitud. Aquí podemos acceder a pie o a través de un funicular, del cual podemos distinguir su camino en esta imagen a la izquierda.

Continuamos caminando hacia la ciudad vieja pero no sin detenernos a observar las peculiaridades que encontramos en el camino.

Si visitan en los días de verano, en Praga se encuentra uno de los famosos ICE PUB, un bar hecho completamente de hielo, incluyendo vasos. Por la ropa no se preocupen ya que ellos nos prestan para disfrutar de esta experiencia.

Llegamos finalmente a la Torre de Pólvora o Prašná brána que nos marca la entrada al Puente de San Carlos. Parece inclinada pero es en realidad la propia calle la que tiene esta inclinación. Contruída en 1475 fue destruida y vuelta a construir alrededor del 1500. Luego fue utilizada para almacenar pólvora y desde ese entonces es llamada como La Torre de Pólvora a pesar de que su función original fue simplemente la de ser una de las 13 torres que se encontraban en la antigua muralla que bordeaba la ciudad.

Hoy es una de las torres mas fotografiadas y símbolo de la ciudad. Para completar la atracción uno puede subir a ella y dentro se exponen un poco de la historia de las torres de Praga.

Al costado una iglesia barroca que lleva el doble nombre de San Francisco de Asis o San Francisco de los Cruzados de la Estrella Roja. Llaman la atención sus colores y dentro, el fresco del Juicio Final es su mayor atracción.

Tomamos la calle opuesta al puente de San Carlos para observar un poco alrededor ya que era tan temprano que las calles todavía se encontraban semi deshabitadas. Aquí nos encontramos con uno de los Teatros Negros más visitados de la ciudad: el de Los Aspectos de Alicia. Aquí me detengo un momento para explicar brevemente en que consiste el teatro negro. El teatro negro tiene la característica de engañar nuestra mente haciéndonos creer que los personajes vuelan o realizan cosas que serían imposibles si no fuese porque en realidad no están sucediendo. El fondo de cortina negra con otros artistas vestidos completamente de negro y con ayuda de especial iluminación y vestuario pueden llevar a cabo estas espectaculares obras. A pesar de que el teatro negro no nació en Praga, se considera a esta ciudad como la Capital del Teatro Negro. Aquí abundan las obras y opciones, desde las más tradicionales como Los Aspectos de Alicia, hasta las mas modernas donde abundan los trajes en colores fosforescentes y todo tipo de acrobacias y bailes.

Es en este pasillo donde empezamos a percibir este aire bohemio de Praga. Aquí el arte es diferente, las escuela de marionetas y el teatro negro se encuentran entre sus mayores atracciones. Praga nos saca de lo convencional y nos lleva a disfrutar un aspecto completamente diferente del arte. Les recomiendo hacerse de tiempo y ver al menos una de las muchas obras de teatro negro que se encuentran en la ciudad. Y porque no, también una de marionetas.

En esta cajuela nos encontramos tambien con tiendas de la famosa Matrioska, aquellas muñecas que entran una dentro de otra. Los precios varían dependiendo de cuantas muñecas queremos dentro. Lo más interesante de estas tiendas es que las muñecas se alejan mucho del aspecto tradicional ya que si miran con detenimiento la fotografía pueden verlas con imágenes de todos los futbolistas y cantantes que se les pueda ocurrir. También las hay de actores y otros personajes famosos.

Se preguntaran que hacen estas Matrioskas fuera de Rusia, pues tanto tiempo estuvo Praga bajo influencia sovietica que hoy forman parte de los tradicionales y más buscados souvenirs.

Llegamos de nuevo al Puente de San Carlos y nos disponemos a cruzarlos para dirigirnos a nuestro punto central de este recorrido. El casco antiguo de Praga. Este «casco» fue declarado Patrimonio de la Humanidad por la Unesco. Y el puente en sí es una de las atracciones ya que es un monumento vivo. Vivo porque se utiliza diariamente y a no ser que uno este al amanecer es imposible encontrar el puente vacío.

Los cisnes en el agua nos devuelven a ese estado de magia del que les hablaba al comienzo.

Al fondo podemos ver la cúpula del Teatro que habíamos visitado al inicio de este post. Al costado vemos el inicio del cerro que nos lleva a la torre eiffel de Praga.

El Puente de San Carlos es famoso por sus 30 estatuas de santos, pero la verdad es que estas no son las estatuas originales. Son copias. Sí, copias. Las originales se encuentran en el Museo Nacional de Praga. La primera estatua fue puesta alrededor del 1600 y corresponde a la de San Juan Nepomuceno.

Esta reja se encuentra al costado de la estatua y se puede ver la coloración dorada del bronce. Esto se debe a que cuenta la leyenda que al tocarla y pedir un deseo este se hace realidad.

Debajo de la estatua de San Juan Nepomuceno también se encuentran dos imágenes en bronce. La leyenda de este santo cuenta que queriendo proteger el secreto de confesión de la esposa del Rey Wenceslao, este generó la ira del rey y éste lo condenó a ser arrojado desde el puente. Su tumba se encuentra dentro de la Catedral de San Vito en el Castillo de Praga.

Hay mucha polemica alrededor de estas imágenes. Mucho dicen que hay que tocar el perro para volver a la ciudad, otros que deben tocar la imagen de San Juan, también hay otros que dicen que la verdadera imagen a tocar y pedir un deseo es una cruz que se encuentra casi escondida y que marca el lugar de donde San Juan Nepomuceno fue arrojado. Dicen que se debe poner los cinco dedos de la mano izquierda en las cinco estrellas que tiene la cruz. La verdad es que no importa lo que queramos hacer podemos estar seguro que nos encontraremos con una fila de personas que quieren hacer lo mismo.

A lo largo del puente podemos encontrarnos con todo tipo de vendedores de artesanías, pinturas, dibujos y todo lo que nos podemos imaginar. También turistas haciendo todo tipo de poses para sus fotos y hasta modelos preparandose para una sesión de fotos. Este puente es una bizarra mezcla de santos y demonios.

Llegando a la entrada nos encontramos con el primero de los muchísimos museos que vamos a encontrar. Museo de efectos especiales del cine. Praga esta llena de minúsculos y enormes museos. Sin duda requieren una exhaustiva investigación previa para seleccionar los que más nos interesan.

Cruzando el portal esto es lo que vemos.

Aqui podemos estar seguro que estamos en la parte turistica. Si hay algo que no me gustó de Praga fue justamente eso. El exceso de «turismo». No solo de gente sino también de ofertas. Ya en esta zona todo esta en ingles y otros idiomas, todo esta preparado y presentado para el turista. Aquí nos olvidamos que estamos en Praga y nos sentimos un poco dentro del alguna reproducción de la ciudad.

En esta zona se ubica una gran mayoría de consulados y embajadas. También un sinnúmero de tiendas y restaurantes. Iniciamos una subida que nos lleva a la Iglesia de San Nicolas que visaremos antes de dirigirnos al Castillo de Praga.

Aqui, en la Iglesia de San Nicolás, la cual es conocida como la más bella de las construcciones barrocas en Praga, descubrimos un lado de Praga que nos acompañará en toda la visita. En Praga se paga para todo. Aquí debemos abonar una pequeña suma. En algunos lugares debemos abonar una suma extra si queremos sacar fotos y otra si queremos filmar. También muchas veces las iglesias y museo están divididos en varias partes. Así, abonamos distintas sumas dependiendo de la cantidad de secciones que queremos visitar.

No es que no valga la pena, pero los centavos van sumando y tampoco estoy de acuerdo con cobrar por visitar una iglesia. Es un concepto que no comparto.

Dejando esto de lado, podemos disfrutar de los frescos que son espectaculares. Una cosa interesante que mencioné es que siendo esta la iglesia barroca más bella de Praga, a pocos pasos, tenemos la iglesia de San Vito dentro del Castillo de Praga que es la iglesia gótica más bella de Praga.

Después de observar y apreciar todos los detalles de esta obra de arte, seguimos subiendo hasta llegar a la entrada al Castillo de Praga. Les invito a «subir» con nosotros y ver las calles que nos llevan al Castillo.

La fachada de la Iglesia de San Nicolas.

Finalmente llegamos a esta rampa que nos lleva a la entrada del Castillo de Praga. Aquí nos despedimos y les esperamos la semana que viene para descubrir lo que el Castillo tiene para mostrar.

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