Vaduz – Una pequeña ciudad en uno de los países más pequeños del mundo
Este país es especial para mí pues me enteré de su existencia de casualidad y siempre fue mi sueño visitarlo. Para mi, es un hito en la vida.
El Principado de Liechtenstein cuenta con solo 38mil habitantes pero eso no impide que se encuentre en algunas listas como el segundo país con el PIB más alto (después de Qatar). Como un país tan pequeño puede lograr eso? Pues se considera un paraíso fiscal.
78.000 empresas tienen oficina nominal aquí y mas de 50 fundaciones. En las calles vemos que todos los edificios grandes corresponden a bancos. Una curiosidad de Liechtestein es que es uno de los dos países en el mundo en ser doble mediterráneo, aparte de Uzbekistán. Esto significa que esta rodeado de países que a su vez son mediterráneos (Austria y Suiza) por lo que se deben cruzar dos fronteras para llegar al mar.
Pero empezamos el recorrido cruzando la frontera desde Austria y vemos los bellísimos alpes que lo rodean. Nosotros fuimos a Vaduz, la capital. La ciudad más poblada es Schaan, pero elegimos visitar la capital.
Apenas cruzamos nos encontramos con el cartel que nos anuncia que llegamos. El control fronterizo con Suiza es inexistente, nosotros llegamos desde Austria y en este lado hay un no minucioso control pero lo suficiente para notar que estamos cruzando una frontera. Las chapas se ven diferente y la «L» con los colores de la bandera y la corona nos recuerda que estamos en un principado con monarquía constitucional.
Soy enamorada de las montañas. No puedo evitar abrir la boca al verlas.
Aqui tenemos la curiosidad de que los carteles que indican la distancia nos muestran en tiempo, no en metros o kilómetros.
Liechtenstein esta en el mismo grupo de Suiza, por ello, la chapa de los autos no es la misma que los demás países de la Union Europea. Aquí, la chapa es negra y con el símbolo en el medio.
Subimos directo al punto más alto donde se encuentra la residencia de los monarcas. No se puede ingresar pues, ellos viven allí. Pero las vistas son maravillosas!
Estacionamos un poco más arriba porque ahi está el sector para estacionar, allí encontramos baños, basureros y un cartel que nos anuncia que estamos en el limite del final de la ciudad.
En el mismo lugar giramos en sentido contrario al cartel que vemos en la foto de arriba y hacemos la corta bajada que nos dirige al castillo. Desde aquí ya lo podemos ver. Las torres de piedra son parte del castillo.
HERMOSO, VERDAD??
El castillo está en la altura del cerro y abajo podemos ver la ciudad de Vaduz.
Desde el castillo miramos el camino por donde vinimos y esta la vista que tenemos.
El castillo tiene prohibida la entrada al público pues la familia real vive allí. El 15 de agosto es fecha patria. Se celebra una misa, un acto y luego todos están invitados a un aperitivo en el jardín del palacio.
Espiando entre las rejas vemos una especie de pasillo externo techado. Se ve mejor en la foto de abajo.
El castillo data del siglo 12 pero cambió varias veces de dueño y sufrió tambien reparaciones. La última de ellas en 1920. Actualmente el Principe Hans-Adam II y su familia viven allí. En la planta baja existe una capilla la cual era pública pero actualmente es la capilla privada de los príncipes.
El castillo es de original estilo medieval pero en el proceso de ampliación se tomaron en cuenta el estilo neoclásico y el renacentista.
Otros detalles que podemos ver es lo bien cuidado que esta todo. Los basureros y bocas hidrantes son detalles que siempre me llaman la atención. Son particulares de cada ciudad y me gusta retratarlos.
Volvemos abajo y desde el estacionamiento miramos arriba al castillo donde nos encontrábamos hace un rato. Es literal que los príncipes se encuentran sobre toda la ciudad.
El estacionamiento se encuentra a lado de uno de los edificios más llamativos de la ciudad. El Museo de Arte de Liechtenstein. A pesar de haber iniciado su existencia en el año 1967 con 10 cuadros donados, este edificio fue construido recién en el año 2000.
Pero no se guardan aquí todas las obras del país. En el post de Viena puede ver sobre el Museo de Liechtenstein donde se encuentra exhibida la colección privada de los príncipes. Este museo es un palacio propiedad de los príncipes. El palacio se encontraba decorado y embellecían sus paredes fantásticos cuadros pero cuando vino la Segunda Guerra Mundial todo lo valioso se llevo a proteger a la ciudad de Vaduz y entonces el palacio cayó en el abandono.
En el año 2000 como un regalo de «nuevo milenio» una fundación contrata a los arquitectos suizos Morger, Degelo y Kerez y en este proceso deciden devolver el esplendor al palacio abandonado de Viena. Restituyen todo los cuadros y muebles y de esta manera facilitan también el acceso al público ya que Viena es mas concurrida que Vaduz por decir de alguna manera.
Liechtenstein nada incompleta, cuenta con su equipo de Futbol el cual juega en la Liga Suiza.
Ya conocen mi debilidad por tapas de alcantarillas y desagües. Aquí tenemos un ejemplo de las distintas influencias idiomáticas y culturales que tiene Liechtenstein al tener fronteras con Suiza, Austria. Tenemos información en italiano, alemán y francés, aunque la mayoría habla un dialecto alemán llamdo Alemanisch.
Ahora caminamos un par de cuadras hacia la Catedral de San Florián de Vaduz. Pero no dejamos de admirar la tranquilidad de la ciudad y el BELLISIMO «encuadre» de los alpes suizos que asoma en cada esquina.
También tomamos en cuenta la cantidad de bancos que vemos en el camino.
Y es en este punto donde nos empezamos a dar cuenta de la importancia que esta ciudad le da al arte. No solo encontramos esculturas en todas partes sino que creo que son muchísimas en relación a la densidad poblacional. Enamorada de cualquier ciudad que de tal importancia al arte no puedo esconder mi sonrisa al continuar con el recorrido.
En la foto de abajo vemos un edificio particular, por el cual pasaremos en un rato. Si se fijan en un mapa la Catedral de San Florián se encuentra unos metros pasando este edificio, luego volveremos por la calle peatonal que corresponde al «microcentro» de la ciudad.
Como pueden ver, aqui empieza la calle peatonal. Ese edificio que da la bienvenida es el edificio de Gobierno. Construido en 1905, junto con la catedral y la casa donde nació el organista Josef constituyen lo que se llama la Ciudad Vieja o la parte antigua e histórica de la ciudad.
Y lo que vemos al fondo de la foto de abajo es la Catedral.
La Catedral no fue una hasta 1997, antes era una iglesia parroquial. Aquí se encuentran también enterrados algunos miembros de la familia principesca.
Arriba vemos un monumento al compositor y organista muy famoso llamado Josef Rheinberger nacido en Vaduz pero conocido en toda Europa. Este se encuentra aquí pues a pocos metros de la Catedral está la casa donde nació.
Abajo, un busto de los príncipes cuyos restos mortales descansan en las inmediaciones de la Catedral.
De aqui nos dirigimos a la peatonal y lo primero que nos llama la atención es ese edificio sin ventanas, este es el Parlamento. Esta peatonal se encuentra regada de obras de arte las cuales no iré describiendo pero acompaña la foto la descripción en caso de que se interesen en profundizar sobre cada una.
Este particular edificio fue bastante polémico en el 2008 cuando el arquitecto aleman Göritz diseñó el edificio. Éste quería algo atemporal, que se diferencie de todo lo demás, actualmente es uno de los atractivos turísticos y edificios mas propios de la ciudad pero en su momento los habitantes se mostraron disconformes con el hecho de que un edificio tan moderno estuviese a pasos de los edificios más antiguos e iconicos de la ciudad.
La historia tuvo final feliz y este edificio llamado NUEVO PARLAMENTO, con sus millón de ladrillos hechos a medida en Suiza y sus elementos que ahorran energía y la hacen funcional es testigo de las reuniones más importantes en la mesa redonda que se puede ver dentro.
Continuamos caminando rumbo al Centro de Atención al Turista de Liechtenstein que se encuentra a lado del Museo de la ciudad.
Abajo, la entrada al museo.
Frente al edificio del Centro de Atención al Turista un cartel nos indica el Km. 0. Punto de referencia de las carreteras desde 1864, en algunas ciudades mucho más destacado que en otras.
A pesar de que este país forma parte del territorio Schengen, muchos turistas quieren inmortalizar la visita, por ello, en el Centro de Atención al Turista podemos sellar nuestro pasaporte con una visa simbólica que tiene su costo en dinero pero que para nosotros fue inevitable realizar.
Aqui también encontramos un sitio interesante para coleccionistas con estampillas de todo el mundo y monedas, ya que como parte del Museo de Liechtenstein se encuentra el Museo de Estampillas fundado en 1930 y aquí ademas de la posibilidad de adquirir exclusivos ejemplares también podemos aprender sobre la historia del país.
Afuera continuamos caminando y seguimos fascinados con las obras de arte. Mi preferida? Esta pared.
Otra muy llamativa es esta obra enorme de Fernando Botero, artista colombiano. Se encuentra a lado del edificio del Museo de Arte y es también propiedad de este. Se denomina «Alma Dormida».
En la tienda de souvenirs nos encontramos con esta espectacular navaja suiza. No podia dejar pasar pues parecía una broma pero es real y su precio es de 1.200 euros.
Así se ve la peatonal, angosta pero poco concurrida, llena de cafes, esculturas, obras de arte y tiendas que hacen el paseo más que ameno.
Este es el ayuntamiento.
Los carteles con nombre de calles son también siempre detalles interesantes y diferenciales en cada ciudad.
Volviendo a nuestro vehículo no pude evitar notar esta miniatura del castillo de Vaduz. Me arriesgo a decir que no es perfecta pero no deja de ser adorable. Vista por la mayoría de los turistas pues esta ubicada en la principal parada de omnibus.
Podemos notar el puente cubierto que vimos a través de las rejas en el castillo.
Antes de volver quisimos parar unos segundo en el río y volver a apreciar los alpes. El rio que vemos es el famoso Rin y del otro lado, Suiza. El paisaje es maravilloso, sin palabras para describir la tranquilidad y belleza de esta inmensidad de montañas.
Las fotos son sacadas mirando para afuera de la ciudad, es decir, si miro al rio a mis espaldas tendré la montaña. Esto explico para ubicarnos mejor.
Nos vamos despidiendo pero no sin antes visitar un importante punto turístico: La casa roja. Para llegar debemos subir un poco en las montañas y debido a lo angosto de las calles y lo poco transitadas fueron ubicados estratégicamente estos espejos para evitar accidentes.
Esta es la casa roja y apresar que investigué no logré encontrar su información sobre su importancia histórica a parte de ser roja, estar en la altura y ser medieval. Pues, con esta casa nos despedimos de este país y les esperamos el próximo lunes con más WANDERLUST!
interesanticimo, bellicimo estupendo
simple mente maravilloso.
mi proximo viaje.Gracias.
Gracias!!! que disfrutes…
Casa Roja: Considerada la casa más antigua de la ciudad. Fechada en el s. XV con extensión en una residencia privada del s. XVII, relacionada con la viticultura. Esta construcción es el símbolo de Vaduz por el color rojo de su fachada y la torre que abre el Horizonte de la capital. Construida en la Edad Media como la primera casa de la capital, desde 1807 pertenece a la família Rheinberger, quienes la restauraron y le dieron su aspecto actual. Está en la calle Príncipe Franz Josef en el barrio de Middeldorf