Krakow / Cracovia (Parte 1) La antigua capital de Polonia

Después de deambular por las montañas tengo que confesar que Krakow me sorprendió. Estoy feliz de que el encuentro de la Juventud con el Papa tenga sede en Krakow ya que eso significa que va a ser divulgada la belleza de este lugar, creo que también significa que va a ser un punto turístico más importante. Por ello, insto a que visiten esta ciudad antes de que sea «invadida», y aunque actualmente es visitada por mas de 8 millones de turistas al año, todavía uno puede pasear por la ciudad y sentirse en Polonia y no en medio de alguna reproducción en Disney.

Krakow tiene una especie de orden que es difícil de explicar, limpio, ordenado, pero sin sentir ningún tipo de esfuerzo, es como que todo es natural y se desarrolla feliz el día a dia. Como dije, Polonia tiene una brisa de felicidad que se puede respirar en el ambiente. Empezamos nuestro recorrido a lado de la estación de trenes. Y desde allí vamos caminando rumbo al modernísimo museo de Cracovia. Hacer el recorrido caminando desde un punto que no es el centro de la ciudad, hace que uno pueda tener una idea mas general de la ciudad y además hace que uno se introduzca paulatinamente al centro turístico lo cual es mucho mas placentero que «aparecer» en el centro del ruido.

A diferencia de otras ciudades no vemos graffitis que destruyen todo y los edificios están bien mantenidos, limpios, arreglados y pintados. Todo es lindo y un placer a la vista. Sin mencionar que podemos sentirnos bien lejos ya que la arquitectura es completamente diferente a la que estamos acostumbrados en Alemania y otras ciudades europeas.

Creo que uno de sus mayores encantos se encuentra en esta dualidad perfecta entre pasado y presente. Todo recuerda a la época de reyes y opulencia, todo es inmenso y grandioso, pero no olvida su presente, el presente se manifiesta como una natural consecuencia de su historia, nada es extremo en el cambio, todo se manifiesta como una suave adaptación de tiempos. Es un poco como sentir que la sangre de Polonia corre por estas calles, se siente el calor, el amor y la vida en las calles. Nada es viejo pero aun así tampoco nada es nuevo. Creo que el corazón de Polonia late en Cracovia y podemos sentir la vida en cada esquina.

Si algo recuerdo de Cracovia es que fue la primera ciudad donde sentí la necesidad de una lente nueva para mi cámara, lo edificios son tan grande que es prácticamente imposible tomar una imagen sin la ayuda de una Gran Angular.

Caminamos unas pocas cuadras y llegamos a la plaza Jana Matejki, una plaza que lleva directamente a una de las atracciones de Cracovia que es el Barbacana, pero de eso hablamos mas adelante.

La plaza es mas bien un paseo central bien ancho y esta «encuadrado» por pintorescos edificios de colores divertidos con un INMENSO monumento en medio.

Hay una maqueta para ciegos que nos muestra los edificios y la forma de la plaza. En el centro podemos ver el monumento a Grunwald, que se puso en 1910 en el 500 aniversario de la batalla que lo recuerda. El mismo fue destruido por los Nazis en la guerra pero luego fue reconstruido y es el primer GIGANTE monumento que encontramos en la ciudad.

En la imagen de abajo vemos al fondo la forma circular del Barbacana y también el monumento y tenemos así idea de donde estamos y también es digno de destacar que esto es de espectacular ayuda a los no videntes para que tambien disfruten de lugares como este.

Atravesamos otro monumento, la Tumba del Soldado Desconocido, una imagen similar se encuentra en Varsovia. Recuerda a todos los caídos en defensa de la patria.

Llegamos así al Barbacana, los ladrillos rojos son bellísimos y su forma circular con las torres y las verdosas puntas nos invitan a disfrutar de este espacio. Se construyo alrededor de 1400 y consiste en una pequeña fortificación que formaba parte de varios puestos de defensa que habían en Polonia. Hoy forma parte de los atractivos turísticos ya que se encuentra a la entrada del pórtico que nos lleva al casco antiguo de Cracovia.

Se encuentra abierto al publico, dentro se presentan distintas exposiciones y solo al cruzar la puerta podemos sorprendernos con sus paredes de mas de tres metros de ancho. Una verdadera fortaleza. A solo 20 pasos llegamos al pórtico de entrada al casco antiguo. Tengo que decir que la sensación al cruzarlo es indescriptible. Todo, antes de cruzarlo, es la ciudad actual, los edificios antiguos mezclados con las calles, los autos, los turistas, todo es normal. Pero cruzamos esa entrada y se siente como una transportación al pasado. Es como que todas las personas desaparecen y solo podemos mirar los edificios, los carteles, la piedra en la calle, todo nos transporta a un tiempo que no sabemos cual es pero en el cual queremos quedarnos.

Al cruzar miramos atras y podemos ver la distancia entre el Barbacana y la entrada a través de las murallas de la ciudad.

A pesar de que los negocios consisten en modernas cadenas de alimentos o cambio de moneda todo en esta calle me enamora. Al fondo podemos reconocer la torre que corresponde a la Basila de Santa Maria, pero ya llegaremos allí.

Casi sin darnos cuenta llegamos a la Plaza del Mercado, elegida en muchas listas como «La Plaza más Linda del Mundo». Para mi es también la plaza más linda del mundo, si tuviese que explicar creo que es que tiene la dosis perfecta de todo, es enorme, inmensa, lo que nos permite tener una vista bastante completa del todo. El edificio del fondo es el Mercado de Paños. Dentro encontramos un mercadillo de artesanías y también la entrada a uno de los museos más modernos que visité, es el museo subterráneo de Cracovia. Las sombrillas son de vendedores de frutas y vegetales y en medio hay monumentos en donde podemos descansar un rato con vista a las Basilica de Santa Maria el cual es un edificio hipnotizante y de dimensiones significativas. La plaza esta «encuadrada» por los edificios que la rodean, los cuales se encuentrar en las mismas condiciones que la singular calle que nos llevó a la plaza.

Esos edificios que rodean la plaza son las antiguas residencias de los antiguos burgueses que habitaban en la ciudad y también abundan palacetes de aquellos tiempos. Hoy la mayoría corresponde a restaurantes o tiendas que nos hacen perder tiempo y dinero sin el menor remordimiento.

No estoy de acuerdo con los carruajes y en los post evito mencionar cualquier atracción que tenga que ver con animales, pero en este caso no puedo evitar hacerlo ya que forman parte de la plaza pues abundan en cantidad como se aprecia en la foto anterior.

Abajo, la Basilica de Santa Maria, o en polaco sería Kosciol Mariacki, las dos torres son de distinta altura lo cual dio origen a una leyenda que dice que ambas torres fueron construidas por hermanos que competian por quien construía la torre mas alta. Al concluir la obra el que había hecho la torre mas baja, en un arranque de ira, asesinó a su hermano y luego se suicidó. Lo que no es una leyenda, es que cada mediodía un trompetista sale de la torre mas alta y ejecuta el instrumento y se detiene repentinamente a mitad de la melodía, esto sucede ya que en una ocasión un trompetista fue asesinado cuando cumplía con su labor.

Abajo, esa cúpula de color verde corresponde a la Iglesia de San Adalberto, es una que pasa desapercibida pero no deja de ser digna de una visita ya que sus paredes son hermosas y bien conservadas.

Nos acercamos al edificio para acceder al museo, el cual es tan visitado y requerido que uno debe hacer las reservas con mucho tiempo de antelación y es asignado un horario especifico en el cual asistir. Mientras esperamos nos deleitamos con el corredor que rodea al edificio.

Abajo están prohibidas las fotografías pero para tener una idea, esta fuente es en realidad un tragaluz que se puede apreciar también desde abajo. Abajo vemos, no solo la historia de Polonia, sino también nos empapamos de su cultura y comprendemos mejor los distintos momentos que marcaron Cracovia y que dejaron las cicatrices que apreciamos hoy.

Finalmente atravesamos por el Mercado de los Paños, el cual nace en tiempo en que los mercaderes se reunían a intercambiar mercaderías, decorado no solo por elementos modernos sino tambien por la misma arquitectura del lugar, aquí se encuentra todo tipo de artesanía y una es mas bella que la otra, lo cual hace que sea casi imposible atravesar al otro lado.

Una vez que cruzamos, el patio posterior nos deleita con las especialidades culinarias como el ya mencionado Oscypek, un queso de leche de cabra y oveja, ahumado y de sabor parecido al provolone, tradicional de las zonas montañosas, en este caso calentado en la parrilla, mi preferido.

Aquí podemos hacer nuestra donación voluntaria para el mantenimiento de la plaza. Cuentan los locales que fue robado en numerosas veces pero sigue siendo una interesante manera de solicitar la ayuda de todos los que disfrutan de este espacio.

Esta torre, en una de las esquinas de la plaza es la Torre del Ayuntamiento y a sus pies esta una de la esculturas más lindas que vi. La torre tiene 70 metros de altura y dentro existía en el pasado una sala de tortura medieval.

La escultura fue un regalo de un escultor que exigió que fuera ubicada en un lugar destacado, esto derivó en problemas ya que los habitantes de Cracovia son muy celosos de mantener su plaza lo mas tradicional posible. La escultura, llamada Eros Bendato, fue finalmente ubicada en el 2003 frente a la torre del ayuntamiento y hoy forma parte de la Foto Turistica del lugar.

El artista de la obra, Igor Mitoraj, es un polaco nacido en Alemania que luego se muda a Francia para estudiar. Esta cabeza no es la única obra de este estilo que realizo, muchas más se encuentran en mas países del globo, como ser España, Canada y otras.

Al caminar por la ciudad nos vamos encontrando con carteles que mencionan el paso de San Juan Pablo II por el lugar, ya sea como ex alumno o en otro carácter. Sentimos la importancia y el honor que es para los ellos que San Juan Pablo II sea polaco.

Caminamos mucho más y nos encontramos con el monumento a Copérnico, si, Copérnico era polaco. El primero en decir que la Tierra, y los demás planetas, giraban alrededor del Sol, fue Nicolás Copérnico. En 1491 estudió en la Universidad Nacional de Cracovia, la cual es hasta hoy, una de las mejores universidades de Europa y fue también elegida por San Juan Pablo II en su momento.

Abajo, la fachada de la Universidad, la cual no pudo ser captada en su totalidad por mi lente.

A pesar de fallecer en 1543, los restos mortales de Copérnico recién fueron hallados en el 2005 al norte de Polonia y hoy descansan en el mismo lugar donde fueron encontrados en la Catedral de Frombork. También quiero destacar que según historiadores es mentira que fue declarado como hereje por su teoría heliocéntrica, ya que la misma fue publicada en el año de su muerte y siempre fue muy respetado y admirado por todos.

Atravesamos la plaza que rodea a la universidad y nos encontramos con los carteles que nos muestran algunos de los sitios que se pueden visitar en la ciudad.

A medida que caminamos y vemos edificios como la Filarmónica y la Universidad y otros centros de arte vamos sintiendo cada vez más lo fuerte y cultural que es Cracovia. Una ciudad con mucha clase y elegancia, una ciudad artística y con distinción. Una ciudad que sorprende y educa.

Antes de cerrar el post, al menos esta primera parte, quiero mencionar una de las curiosidades de mi visita y un elemento que quedara grabado siempre en mi memoria.

Visitamos, mi marido y yo, esta ciudad en Semana Santa, específicamente el Sabado Santo. Polonia es un país muy católico, y eso se nota en las calles y en las iglesias. El Sabado Santo es un día muy particular porque es parte de la tradición de Semana Santa para los polacos preparar una cesta con elementos que serán «desayunados» el Domingo de Pascua. Estas cestas se bendicen en las iglesias y las mismas se encuentras delicadamente decoradas.

Cuan grande es la ciudad se podía ver niños, adultos, abuelitos, elegantes señores y señoras, todos ellos tenían en común una cesta en sus manos. En la Basilica de Santa Maria había tanta gente esperando a bendecir sus cestas que era casi imposible caminar dentro, inclusive pudimos ver a un actor famoso. Es una de las «postales» más lindas que tengo. La igualdad y la unión de una cultura a través de la tradición.

Seguimos en la Segunda parte con el Castillo de Wawel! Nos vemos!

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